METALES PRECIOSOS EN LA GASTRONOMÍA
Sabemos que la cocina es uno de los campos más innovadores que existen, por eso no debería sorprendernos cuando se proponen ideas tan elegantes e innovadoras como la de introducir el uso de metales preciosos como oro y plata en preparaciones culinarias.
Evidentemente esta corriente se trata más de estética que de gusto, de aportar una distinción de lujo para elevar el glamour del producto, pero es cierto que además los especialistas coinciden en señalar que la ingesta de oro, por poner un ejemplo, aporta varios beneficios al organismo, eliminando toxinas y retardando el envejecimiento de la piel.
Algunos estudios son concluyentes en el uso del oro como elemento para combatir algunas dolencias y enfermedades, como un estudio publicado en "Proceeding of the National Academy of Sciences" (PNAS) que concluye que la combinación de nanopartículas de oro, con nanopartículas producidas a partir de productos químicos del té, es capaz de reducir los tumores cancerígenos de la próstata, con una eficacia de hasta el 80 por ciento con menos efectos secundarios que la quimioterapia. Se trata de un nuevo tratamiento que requiere dosis miles de veces más pequeñas que la quimioterapia, y que no daña las zonas sanas del cuerpo.
A diferencia del hierro o el calcio, el oro no se considera un elemento esencial en la dieta del ser humano, pero resulta inocuo en el organismo ya que apenas produce alergias en contacto con la piel y permanece inalterable frente a líquidos biológicos como la sangre.
La Unión Europea publica una lista de los aditivos permitidos, y si alguna vez tenéis duda sobre la veracidad de consumir un producto elaborado con metales preciosos, podéis buscar el código E-175 (oro) y E-174 (plata).
Desde hoy en Andalusian Gourmet podréis encontrar este tipo de productos exclusivos, como el vino espumoso Vin Doré, (de las variedades Chardonnay, Savignon Blanc, Macabeo, Verdejo y Airén) Brut Imperial y el aceite de oliva virgen extra (de las variedades Picual y Arbequina).